jueves, 25 de agosto de 2011

A Caro, una y no más Santo Tomás

Desde el año pasado que tras hacer Bel y Fredes, sabía que algún día tendría que hacer Caro, también sabía después de subir un día en coche que debía entrenar mas para conseguir la ascensión completa.
La opción de salir desde Ulldecona, por tiempo y desconocimiento estaba descartada, por lo tanto la opción elegida ha sido finalmente la de salir en bici desde Roquetes.
A primera hora y aprovechando al máximo la fresca, cargo la bici al coche y para Roquetes, empiezo a pedalear a las 8:00 pasadas, el primer tramo se hace fácil y el asfalto es eso, asfalto, sin embargo después de unos 3 km, llega un tramo de unos 7 km antes de empezar la ascensión que son dignos de un banco de pruebas para ruedas de ciclocross, ya que con un pendiente media del 4% era incapaz de ir a mas de 10 km/h, en cada metro cuadrado había 20 parches y 15 agujeros....en fin que para el que quiera subir en bici de carretera, mejor que se ahorre este tramo y aparque justo antes de donde empieza el asfaltado de verdad, que es propiamente donde empieza el puerto de Caro, tengo que decir que esto mismo me lo aconsejo el Cicliste y amigo Batiste hace una semana y yo ni caso.
Una vez dejado el tramo de la Parix-Roubaix, empieza el tramo recién asfaltado y comienzo del puerto, la pendiente oscila siempre alrededor del 10%, hay alguno con un 12% y descansos del 7%, je, je, hay que ver que con un 7% para mi era todo un descanso. 
Sin hacer el calor excesivo de estos días, la pendiente y la escasa vegetación hacen que sude mas en un día que en todo el año, muchos repechos que o te pones de pie o se hacen muy complicados.
Paso a uno que va en btt y le miro con envidia el triple plato, pero al ritmo que va ya calculo que se tragará el doble de sol que yo, a los 50 m paso a otro que va en carretera y debe llevar o triple plato o un 27-28 porque la cadencia que lleva así lo indica, la verdad que no me gustaría estar en el pellejo de estos dos compis de aquí a unas horas.
Paso la cabra, que no ví la vez que subí en coche, el calor empieza a apretar y se me está haciendo demasiado largo, vuelvo a pensar en el error de comenzar desde Roquetes. Pasado el Portell, la vista es deliciosa y la última rampa la hago a tope de pie pensando que ya se ha acabado, sin embargo veo que continua, el asfalto perfecto vuelve a ser otra vez con trompiezos, aunque ya hay vegetación y se agradece el aire fresco y una pequeña bajada.
Una vez llegado al cruce del restaurante y pensando nuevamente que ya he finalizado, veo un cartel que indica que para la cima faltan 3'8 km y por los comentarios y referencias del amiguete Caballé, intuyo que las antenas que me dijo y que es lo peor de toda la subida están al final de estos 3'8 km.
La verdad que ya estoy cansado de subir y subir y ver siempre lo del 10% al altimetro del GPS, en este último tramo hay rampas incluso del 16%, la verdad que antes de cada curva y giro intento coger el máximo de velocidad para la correspondiente inercia y poder subir sin poner el pie al suelo, lo cual acompañado de los baches algo peligrosos y un 4x4 que tenía prisa era casi de número de circo.
Al final y tras superar la última curva en la que para trazarla bien sin coger baches hay que ir como por una cuerda de funambulista llego a las ansiadas antenas para la foto de rigor y suspiro de alivio tras el objetivo alcanzado, a pesar de la tentación en un par de ocasiones de abandonar.


Sin perder mas tiempo comienzo el descenso, primero con el tramo de baches, luego el tramo asfaltado, pero que debido a las curvas cerradas tampoco te deja mucho respiro y para rematar el famoso tramo que si subiendo era malo para bajarlo mucho peor, yo para evitar algún llantazo he optado por levantar el culete y aguantar todo el peso del manillar, que sensación mas horrible, era como el que tiene un martillo hidráulico y dos muelles en los pies, es decir que todo el meneo va para los antebrazos, manos y dedos, había momentos que no sentía los dedos y una sensación como de agarrotamiento desde los codos a las uñas. Está claro que si algún día vuelvo este tramo con bici de carretera no lo vuelvo a hacer si no lo arreglan.
Lo de no volverlo a hacer tal y como indica el título es porque el gusanillo una vez comido ya no tiene gusto y menos este, la subida es chula, pero para hacer 10 km bien asfaltados con una pendiente dura prefiero Bel, que además no tengo que coger el coche. Por lo que mas que un entrenamiento considero que lo de hoy ha sido un hito o logro conseguido y pasar página.

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